¿Queréis vivir una auténtica aventura en la torre de la Catedral de Ávila? ¿y que vuestros hijos disfruten de lo lindo con ella? Pues todo esto es posible en la Catedral de El Salvador de Ávila, una de las pocas que conservan en su interior la casa del campanero.
¡Y no es una casa cualquiera! La casa del campanero está encaramada en una de las torres de la Catedral de Ávila, con unas vistas espectaculares de la ciudad y con mil historias y anécdotas entre sus muros.
SUBIR A LA TORRE DE LA CATEDRAL DE ÁVILA
Lo mejor de todo es que es visitable. Y que en la visita, además, se recorren rincones de la Catedral de Ávila muy difíciles de ver en otros templos de estas características. Tendréis que estar preparados, eso sí, para subir 113 escalones de una estrecha escalera de caracol. Forma parte de la aventura y a los niños les encantará trepar por ella (os recomendamos llevar calzado cómodo para la escalada, ja,ja).
VISITA ACOMPAÑADA
La visita a la torre de la Catedral de Ávila (que es acompañada, no guiada) arranca en una pequeña portezuela de madera que da acceso a las escaleras. A la mitad de la ascensión se realiza la primera parada. Y aquí encontraréis la primera sorpresa del día: podréis cruzar por la balconada interna de la fachada occidental, desde donde se tiene una vista espectacular del interior del templo, presidida por el trascoro y las vidrieras. A los niños les gustará también seguro contemplar de cerca el papamoscas, el original reloj del templo.
En este primer ‘descanso’ se accede también a la torre de la Catedral, un espacio abierto en el que probablemente os llame la atención que una de sus paredes está ennegrecida por el fuego y el humo. Pero no se debe a ningún incendio. La explicación es mucho más curiosa: era allí donde el campanero y su familia realizaban la matanza del cerdo cada invierno.
ENTRESUELO DE LAS BÓVEDAS.
Una vez que hayáis recobrado el aliento con esta interesante parada, continuaréis la subida hasta la casa del campanero y el campanario. Aunque antes de llegar allí os sorprenderéis con otras paradas súper interesantes: una pequeña visita al entresuelo de las bóvedas de la Catedral, un rincón súper curioso que os permitirá comprender cómo se construían estos impresionantes edificios; y un descanso en la terraza de la torre desde donde disfrutaréis de unas vistas panorámicas espectaculares de la ciudad de Ávila y de sus alrededores. Todo un lujo del que sólo se disfruta aquí, ni siquiera en la también impresionante Muralla de Ávila.
CASA DEL CAMPANERO Y TORRE DE LA CATEDRAL DE ÁVILA
Después de esto llegaréis por fin a la casa del campanero y a la torre en la que descansan el cuerpo de campanas de la Catedral de Ávila. A los niños (y a vosotros también, seguro) les sorprenderá el tamaño de María Teresa, María Sonsoles, Gamarra… ¡Sí, sí! Las campanas de la Catedral tienen nombre propio. Y cada una de las diez, además, una función específica.
Viéndolas de cerca, casi tocándolas, resulta más fácil imaginar la vida del campanero y de su familia muy cerquita de allí. Porque su casa, una de las joyas de esta visita, está muy cerca de allí.
UNA CASA LLENA DE HISTORIAS
Se trata de una vivienda sencilla, de corte castellano, que conserva su estructura de siglos atrás y que recrea las condiciones de vida del campanero y su familia. Una preciosa cocina, dos alcobas y una sala de estar conforman la parte central de la vivienda con mejores vistas de Ávila y que tiene, incluso, ‘un ascensor’. No tiene botones ni cabina, pero sí un sistema de poleas que servía para poder subir a la vivienda las cosas más pesadas que, de otro modo, resultaría muy difícil subir por las escaleras de caracol de las que ya os hemos hablado.
La verdad es que la casa es preciosa y bien merece una visita. Nosotros, desde luego, os animamos a que la hagáis con los peques y a que les ayudéis a ‘escuchar’ las historias que los sillares de granitos les van a ir contando: como las muchas marcas de los canteros que tendrán al alcance de su vista y de sus manos o el juego de tres en raya que algún niño grabó en su día en el campanario, quizá mientras su padre había sonar las campanas.
Como os decíamos antes, la visita es acompañada pero no guiada. Quiere decir que estaréis acompañados por un trabajador de la Catedral que velará por vuestra seguridad pero que no ejercerá de guía. La única pega, por poner una, es que el sistema de audioguía aún no se ha extendido a esta visita, de reciente creación, así que tendréis que echarle mucha imaginación durante todo el recorrido por las alturas de la Catedral de Ávila.
PRECIOS Y HORARIO DE LA TORRE DE LA CATEDRAL DE ÁVILA ENERO 2025
El precio de la entrada para visitar la torre de la Catedral de Ávila es de tres euros adicionales a la entrada general a la Catedral (os recordamos que los abulenses y los menores de doce años no pagan y que la entrada para los adultos es de cinco euros).
La visita a la torre y a la casa del campanero se realiza por motivos de espacio en grupos de no más de 40 personas.
Las subidas a la torre pueden hacerse los lunes a las 12,00 horas. Los sábados, a las 12,00 y a las 13,00 horas. Y los domingos, a las 13,00 horas.
Lo bueno es que no importa a qué hora compres la entrada general. La visita a la torre y a la casa del campanero la puedes realizar en cualquiera de esos turnos. Eso sí, tendrás que reservar la plaza en el que desees previamente.