No hemos podido resistirnos a escribir un post sobre lo preciosa que está Ávila con nieve.
Cada vez que nieva (que aquí es bastante frecuente), Ávila nos regala estampas maravillosas como las que hoy queremos mostraros.
Es verdad que la nieve nos complica un poco la vida a los que vivimos aquí. Pero buscándole el lado positivo puede disfrutarse muchísimo. Sobre todo si se tienen peques: bien abrigados y preparados para no mojarse, se lo pasan en grande recorriendo la ciudad nevada.
Y lo mismo podéis hacer si nos visitáis desde fuera. ¡Animaos a venir a Ávila estos días de invierno! Así, además de llevaros preciosas fotos en vuestras cámaras, podréis conocer cómo es, de verdad, esta preciosa ciudad.
ÁVILA CON NIEVE
Porque la nieve es, sin duda, una de las señas de identidad de la ciudad de Santa Teresa. Si Ávila es una maravilla sin nieve, con un manto blanco cubriendo sus monumentos parece mágica.
Si os animáis a venir, podríais empezar vuestro recorrido en el paseo del Rastro. Ubicado junto al lienzo sur de la Muralla, desde este precioso mirador podréis disfrutar de las vistas del Valle Amblés nevado. Tendréis, casi, las mismas vistas que tienen las cigüeñas que ya reposan sobre sus grandes nidos.
El paseo del Rastro conecta hacia abajo con la plaza de La Santa, otro de los lugares que bien merecen una visita en Ávila. Y en la otra dirección os llevará a la plaza del Mercado Grande, corazón de Ávila.
La iglesia de San Pedro, el Arco del Alcázar, Santa Teresa vigilando bajo la nieve el caminar de abulenses y turistas… El Grande es parada obligatoria con y sin nieve.
SAN VICENTE
Desde allí podríais dirigiros por la calle San Segundo hacia la zona de San Vicente. La basílica nevada y los jardines que rodean la Muralla en esta zona os dejarán impresionados. Y encontraréis un espacio en el que los niños podrán jugar con la nieve libremente.
Como podrán jugar en el Lienzo Norte de la Muralla, una de las estampas más típicas de Ávila nevada. Y uno de los lugares a los que a los abulenses más nos gusta ir a deslizarnos sobre la nieve.
La Catedral es otro de los puntos imprescindibles que hay que ver en Ávila. Sobre todo si ha nevado. A los niños les encanta ver cómo se ‘congelan’ los leones que la rodean. Y como Gog y Magog, los guardianes del templo, esperan cubiertos de nieve y con sus porras en la mano.
Animaos a disfrutar de Ávila con nieve. Si sois de aquí, lo tenéis muy fácil. Y si venís de fuera, sólo tenéis que venir bien abrigados y con calzado apropiado y pasead con calma por sus calles.
PARA ENTRAR EN CALOR
Para entrar en calor sólo tenéis que entrar en alguno de los muchos bares y restaurantes con los que cuenta la ciudad. Nosotros tenemos unos cuantos preferidos, de los que os hablamos aquí.
En ellos también podréis disfrutar de uno de los tesoros gastronómicos de Ávila: sus tapas, que siempre están a la orden del día. Si os apetece algo más contundente no lo dudéis: las judías de El Barco y el chuletón de Ávila son vuestros platos.
Y si sois de dulces, lo vuestro son los churros con chocolate calentito. En Ávila, los mejores son los de la Churrería Flomar, en el jardín de El Recreo.
ALGUNAS RECOMENDACIONES
Tendréis que tener en cuenta, eso sí, que cuando la nevada ha sido muy grande, como las de estos días, la Muralla cierra sus puertas por seguridad. Es el pequeño ‘precio’ que hay que pagar por poder tener cubierta de blanco una de las ciudades más bonitas del mundo.
Y ya sea con nieve o sin ella, si quieres conocer todo lo que hay que ver y hacer en Ávila cuando vienes a visitarla, no dejes de leer nuestra guía más completa para el turista en Ávila.
¡Os esperamos!