CAMPAMENTO ULAKA

Consejos si tu hijo empieza a comer menos

¿Habéis notado alguna vez que vuestro hijo empieza a comer menos? Puede ocurrir en alguna ocasión. Y en esta situación en la que estamos inmersos, todo el día metidos en casa, puede que sea una de ellas. Todos estamos cambiando nuestros hábitos y eso se traduce para algunos en cambios en la alimentación.

Así que no nos descuidemos y fijémonos en lo que comen nuestros peques. Pero, sobre todo, atendamos los consejos que nos lanza nuestra dietista de cabecera, Rosana Rabadán, para esos casos en los que los niños empiezan a comer menos.

OS dejamos con ella…

MI HIJO HA EMPEZADO A COMER MENOS. ¿DEBO PREOCUPARME?

He elegido escribir este tema este mes por dos razones. Aparte de ser un asunto que nos preocupa bastante a los padres, la situación que vivimos actualmente por el coronavirus y las recomendaciones de permanecer en casa durante un largo periodo de tiempo, hace que haya cambios en el organismo y en los niños no iba a ser menos.

¿Habéis notado que estos días han empezado a comer menos? ¿Se dejan más alimentos en el plato? ¿Son más selectivos con lo que se comen del plato?

FALTA DE ACTIVIDAD FÍSICA

La falta de actividad física al tener que permanecer en casa y las horas de estudio de los niños un poco más mayores para no perder el curso  hacen que el apetito se vea afectado a menos. A veces a más (hambre no real por aburrimiento). Pero lo normal es que a menos.

Los bebés, desde que nacen, poseen la capacidad de autorregularse soltando el pecho cuando ya están saciados. Pero y ¿por qué a medida que van creciendo se les va obligando a comer? ¿Por qué confiamos en ellos cuando son bebés y después no? Esta capacidad de regulación desaparece cuando entra en juego el control parental.

Diferentes prácticas que se llevan a cabo en los hogares puede hacer que se rompa ese equilibrio y lograr que no se reconozca adecuadamente las señales de saciedad haciendo que se tomen más alimentos.

Comer es un instinto primario básico tan imprescindible para la supervivencia que ningún niño pasa hambre habiendo comida (a no ser que tenga alguna enfermedad…).

Así que el conflicto se genera por:

Uno: el niño no come la cantidad que los padres esperan.

Dos: el niño no come como los padres quieren.

CADA NIÑO, UNA NECESIDAD

Cada niño tiene unas necesidades diferentes, porque cada niño tiene un metabolismo, una velocidad de crecimiento, una capacidad digestiva, un tamaño… Es decir, puede haber muchas diferencias que hacen que la necesidad calórica de unos niños a otros pueda variar mucho. Además, estas necesidades van a ir cambiando en el mismo niño con el tiempo.

Como he comentado, lo normal que ha de pasar estos días es que el apetito se vea reducido, el organismo se regula sabiamente porque no necesita tener calorías de más. Así que si a tu hijo le pasa eso, no le obligues a comer más, respeta su apetito y sus sensaciones de saciedad. Además, forzar a comer puede provocar aversión a ese alimento.

Pero ojo, que no tengan hambre en las horas de las comidas principales también puede ser debido al abuso de productos cargados de calorías:

CONSEJOS SI TU HIJO EMPIEZA A COMER MENOS

Si tiene hambre a media mañana o en la merienda, no le prives de comer para que llegue con hambre a la comida o cena: ten a su alcance alimentos saludables. Da prioridad a las frutas, verduras u hortalizas, no son necesario los bocadillos que se llevaban al colegio, ya que estarán mucho más sedentarios y por lo tanto no necesitan ‘energía extra’.

CÓMO OFRECERLES LA FRUTA

Y cómo podemos ofrecer la fruta, ya que lo normal es que no les apetezca y sin embargo sí le llamen la atención alimentos no saludables (no tengas en casa lo que no quieres que coman).

  • Ponla a su alcance
  • Déjala pelada a su alcance
  • Sitúala troceada a su alcance
  • Llévasela troceada a su habitación si está estudiando
  • Que vea comerla a los adultos de la casa.
  • Y si no le apetece comer nada, respeta.

También hay alternativas de ‘picoteo saludable’ que quizás también les apetezca. Por supuesto ¡esto también vale para los adultos!

PICOTEO SALUDABLE

Así que tranquilos, si el niño se desarrolla bien indica que está comiendo lo que necesita. Es más importante que coma variado, aunque sean cantidades muy pequeñas.

«Cuanto MENOS interfiramos los padres/adultos en la relación del niño con la comida, MÁS estaremos contribuyendo a crear hábitos saludables y a evitar que se produzcan trastornos alimentarios».

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