El Monasterio del Risco es uno de los rincones de la provincia de Ávila que merecen una visita pausada.
Ubicados en el término municipal de Amavida, los restos del Monasterio del Risco son uno de los muchos atractivos con los que cuenta la Sierra de Ávila. Y aunque nos encantaría poder llegar a verlos en mejor estado de conservación, llegar a estas ruinas es el mejor premio posible después de una ruta sencilla.
ELMONASTERIO DEL RISCO
Pero antes de hablaros de nuestro camino, dejadnos que os hablemos del monasterio.
El Monasterio del Risco fue fundado en el año 1504 por Francisco de la Parra. Lo hizo bajo la advocación de la Virgen de las Angustias. Y eligió para ello el lugar donde, cuenta la tradición, un pastor que iba buscando una cabra encontró en 1320 una imagen de la Virgen. Ésta había sido escondida siglos atrás por un anacoreta para protegerla de los ‘infieles’. Ésa sería la imagen de la Virgen del Risco.
LA CUEVA
Esa imagen, también cuenta la Historia, estaba en una oquedad cercana al que luego sería el monasterio agustino. En ella se encuentran los restos más antiguos de la zona: unos petroglifos grabados en la roca y que parecen dos círculos, uno de radio doble que el otro, separados por un triángulo.
La cueva no está señalizada. Y no es de fácil acceso. Nosotros tuvimos la suerte de encontrarnos a un amable excursionista que nos acompañó a la misma y que nos mostró los petroglifos. Muchas gracias Víctor ‘Funes’.
La verdad es que fue una suerte poder acceder a la cueva y contemplar los petroglifos que, eso sí, no son muy visibles para el ojo profano.
LA HISTORIA DEL MONASTERIO
Pero volvamos al exterior de la cueva, a las ruinas del Monasterio del Risco. Sus restos nos hablan de un lugar que, en su día, tuvo mucha importancia en la provincia abulense.
Como decimos, se levantó muy a comienzos del siglo XVI. Pero en aquellos primeros momentos tan sólo se trataba de una pequeña ermita. Con el paso de los años, aproximadamente en 1530, ese pequeño templo se convirtió en un convento de la orden de San Agustín.
El responsable de aquello también fue el padre Francisco. Y no parece extraña esa evolución cuando se conoce que este agustino ya había estado al frente de las más importantes casas monacales de Castilla. Fue su espíritu emprendedor el que le hizo solicitar al señor de Villatoro (localidad muy cercana al monasterio) y al obispo Ruiz que le concediesen autorización para crear en el lugar un convento.
Así, en 1530 la ermita se convirtió en convento de estilo gótico tardío que contribuyó a llenar de vida la zona. Ahora cuesta imaginar esos parajes repletos de ganado y de transeúntes. Pero lo cierto es que además de convertirse rápidamente en un lugar de meditación y peregrinación, también fue un motor de riqueza para la comarca.
A finales del siglo XVII su iglesia fue renovada. Y se construyó la torre que aún hoy, en pleno siglo XXI y pese al abandono al que está sometida, resiste el paso del tiempo.
SU ABANDONO Y DETERIORO
Esa torre ha contemplado, por ejemplo, la llegada de los guerrilleros que, durante la Guerra de la Independencia, buscaban refugio.
También recibió la ‘visita’ de los soldados franceses durante la ocupación. Y sufrió las saqueos de los vecinos de la zona.
Y la ‘puntilla’ se la pondrían un decreto que en 1835 obligaba a la exclaustración de los conventos que no tuvieran más de doce religiosos y la desamortización de Mendizábal.
IMPRESIONANTES VISTAS
Ahora, lo que nos queda, es contemplar sus restos y las imponentes vistas del Valle Amblés que se tienen desde el alto en el que está enclavado el Monasterio del Risco.
El resto más visible es la torre. De hecho, puede verse incluso desde muchos puntos del valle y es la que marca el destino del recorrido cuando se llega desde Amavida.
Pero también pueden contemplarse el arco de entrada de la antigua iglesia; una pequeña parte del ábside, que eso sí, va desapareciendo poco a poco comido por la vegetación; y los restos de los muros de algunas de sus estancias.
LA RUTA DE LLEGADA AL MONASTERIO DE EL RISCO
Como os decimos, se puede llegar al Monasterio del Risco desde la vecina localidad de Amavida. En ese caso, se trata de un camino siempre en ascenso.
Nosotros optamos por llegar desde la ruta que comienza en el alto de la carretera que une Villatoro con Vadillo de la Sierra.
Esta carretera nace en Villatoro, junto a su iglesia. Una vez superado el kilómetro cuatro, encontraréis a mano izquierda una pequeña explanada en la que se puede dejar el coche. En este enlace encontraréis el punto exacto en google maps.
Una vez aparcado el coche, tenéis que cruzar la carretera, girar a la izquierda y caminar unos cien metros bordeándola junto a un cercado de piedra. Cuando lleguéis a la esquina del cercado, girad a la derecha por el pequeño sendero empinado que va pegado al murete.
A partir de ahí, iréis encontrando algunos hitos (montoncitos de piedras) que van indicando el camino a seguir. Si vais atentos, aunque no está marcada tan bien como otras sendas más transitadas, no es difícil seguir la ruta hasta el Monasterio de El Risco.
NUESTRA RUTA EN WIKILOC
De todas formas, para evitar despistes que os alarguen la excursión (nosotros tuvimos alguno) aquí os dejamos un enlace a nuestra ruta en Wikiloc. La podéis seguir paso a paso con el móvil y así llegáis sin problema hasta el Monasterio de El Risco.
ALGUNOS CONSEJOS
Tened en cuenta que el Monasterio del Risco se encuentra a una altura muy elevada: unos 1.200 metros. Por eso, y por la situación en la que se encuentra, es un sitio frío y ventoso en invierno. Así que, si elegís los meses más fríos del año para vuestra excursión (como ha sido nuestro caso) hacedlo bien preparados para ello.
Si visitáis el Monasterio del Risco en verano, hay que tener presente que es una zona sin sombras. Y como el sol pega allí con fuerza en esa época del año, acudid bien protegidos para el sol con gorras y crema solar.
Y ya sea en invierno o en verano, llevad siempre un buen calzado para caminar entre rocas.
Por otra parte, no encontraréis fuentes en el camino. Así que no olvidéis ir bien provistos con agua en la mochila.
QUÉ MÁS VER EN EL VALLE AMBLÉS
Por cierto que si queréis aprovechar vuestra visita al Valle Amblés, podéis realizar otras cuantas excursiones súper chulas y cercanas al Monasterio del Risco.
Podéis, por ejemplo, acercaros a visitar el vecino Castro de Ulaca, uno de los mayores tesoros históricos que conserva la provincia de Ávila.
Si os gustan los castillos, no dudéis en acercaros al Castillo de Manqueospese, un lugar de romances y leyendas.
Y si os va el arte moderno, vuestro destino tiene que ser Ibarrola en Garoza: la dehesa a la que el genial artista vasco quiso regalar su arte en forma de piedras de granito pintadas de brillantes colores.
Esperamos que nuestra experiencia en el Monasterio del Risco os resulte útil y os anime a visitar pronto este bellísimo lugar de nuestra provincia.