Para conocer a fondo a Teresa de Jesús hay que visitar el lugar donde nació: la iglesia de La Santa.
Bueno, debemos aclarar que ella no nació en la iglesia. Pero sobre los terrenos en los que se encontraba su casa natal se levantó en el siglo XVII la iglesia que ahora lleva su nombre. Una iglesia que es de visita obligada cuando se acude a Ávila.
La iglesia de La Santa es muy especial. ¡Y muy querida por todos los abulenses!
Lugar de peregrinación para los devotos de La Santa, la iglesia guarda muchos tesoros que a los niños les encanta descubrir, como su capilla o el huertecillo. Os invitamos a conocerlos.
UNA IGLESIA MUY PECULIAR
Lo cierto es que la iglesia de La Santa encierra muchas peculiaridades. La primera, como os decíamos, es que se construyó sobre los terrenos en los que en su día estaba la casa de la familia de Teresa.
En ella nació La Santa. Por eso, y para hacer coincidir la cabecera del templo con la habitación de Teresa, la planta de la iglesia está orientada al norte y no al este como suele ser habitual.
Puede que esta peculiaridad no sea fácil de apreciar por todo el mundo. Pero lo que a todos llama la atención (sobre todo a los peques) es que en esa cabecera se encuentra la capilla de La Santa. Y junto a ella está la reproducción de la habitación en la que nació Teresa.
Una cama con dosel, muebles de época, un arcón, ricas telas… adornan el cuarto que nos hace imaginar cómo vivió Teresa sus primeros años de vida.
Y en la pequeña capilla, corazón de la Iglesia de La Santa, destaca la talla de Teresa, obra de Gregorio Fernández. Es la imagen que sale en procesión cada 15 de octubre y que todos los abulenses veneran.
UN HUERTO EN LA IGLESIA DE LA SANTA
Muy cerca de la capilla se encuentra otro de los rincones peculiares de la iglesia de La Santa. Porque no todas las iglesias pueden presumir de contar con un ‘huertecillo‘.
Desde una ventana se puede contemplar el pequeño jardín en el que, en su día, Teresa jugaba con su hermano Rodrigo a construir pequeñas ermitas. El mismo con el que se escapó para evangelizar a infieles y convertirse en mártires si fuera necesario. Cuenta la historia que su tío les localizó en los Cuatro Postes. Desde allí, por cierto, se tienen unas vistas privilegiadas de Ávila.
Dos encantadoras esculturas representan a Teresa y a Rodrigo durante sus juegos. A los niños les gusta verlas. Y alucinan tratando de descifrar los escritos que adornan la salita desde donde se contempla el jardín, con dos textos de Teresa y su peculiar y reconocible grafía.
UNA IGLESIA MUY SENCILLA
La verdad es que la iglesia de La Santa es muy sencilla. Fue construida a principios del siglo XVII. Y en ella llama la atención el retablo, con nuevas esculturas de Gregorio Fernández.
El dorado de ese retablo contrasta con el blanco de los muros de un templo no muy grande y acogedor.
LA FACHADA
Y la fachada también es muy sencilla. Recuerda bastante a un retablo al estar dividida en tres.
Aunque nosotros siempre nos fijamos en la imagen que la preside: una Santa en mármol y con una pluma y un libro en sus manos.
Pero también destacan en la fachada varios escudos: el de los Cepeda y Ahumada, familia de Teresa; el de la Orden de los Carmelitas Descalzos; el del Conde Duque de Olivares; el del Cuerpo de Intendencia, del que es patrona Santa Teresa; y el de Doctora de la Iglesia. Porque Santa Teresa, por si alguno no lo sabe, fue la primera mujer elevada por la Iglesia a Doctora. Lo hizo Pablo VI en 1970.
ENTRADA SANTA
Cuando estéis ante la fachada, y justo antes de entrar a la iglesia de La Santa, echad un vistazo al suelo. Allí os encontraréis la placa colocada con motivo del primer Año Jubilar Teresiano, este 2018. En ella, y con la inconfundible letra de Teresa, se puede leer: «La puerta para entrar en este castillo es la oración».
La placa nos recuerda que la puerta principal de la iglesia de La Santa es una Puerta Santa.
UNA PRECIOSA ESCULTURA
¡Por cierto! Que antes de entrar a la iglesia de La Santa os encontraréis en la plaza (una de las más bonitas de Ávila, todo sea dicho) con una preciosa escultura de Santa Teresa.
Se colocó allí con motivo del V Centenario, en 2015, y es obra de Óscar Alvariño.
La verdad es que impresiona por su tamaño, por su material (es de bronce) y porque te puedes sentar con ella, como si de una vecina de Ávila más se tratara, y hacerte una foto con ella. De hecho, nosotros no hay vez que no vayamos que no lo hagamos.
Las peques se sientan a su lado, le cuentan sus cosas y aprovechan para mirar un ratito a la Muralla, que se lleva también buena parte del protagonismo en la plaza.
En la escultura, Santa Teresa viste el hábito de las carmelitas y vuelve a portar una pluma y un libro. Y es que son muchas las veces en las que a Santa Teresa se la representa en su faceta de escritora.
¡Ah! En la plaza también veréis la entrada a la tienda de recuerdos y la indicación que os lleva al Museo de La Santa, a sólo unos metros de allí.
DATOS PRÁCTICOS
Entrar a la iglesia de La Santa es gratuito.
Hay que tener en cuenta que durante los cultos no es posible realizar la visita turística.
MUSEO Y SALA DE RELIQUIAS
Y no queremos cerrar este artículo sin recordaros que allí mismo tenéis el Museo de Santa Teresa. Si queréis profundizar un poquito más en la figura de Teresa, os recomendamos que vayáis a visitarlo. Aquí os dejamos un post sobre nuestra última visita.
¡Ah! Y en la plaza de La Santa tenéis también la Sala de Reliquias. Allí está, entre otras cosas, el famoso dedo de Santa Teresa. Entrar es gratuito.